In 2011, I went out for a girl’s night, intending to have sushi at Hiro’s, but a 45-minute wait led us to Dirty Nelly’s (now One Night Stand) instead. There, I met George through mutual friends, and we instantly bonded over laughs and his adorable dimples. Three months later, we couldn’t imagine being apart, and through the ups and downs, we kept making it work. We never saw marriage as necessary—we were already like an old married couple—but after all these years, it became clear: it’s time to make him official. Through thick and thin, we’ve been inseparable, and we always will be. ____________________________________________ En 2011, salí para una noche de chicas, con la intención de comer sushi en Hiro’s, pero una espera de 45 minutos nos llevó a Dirty Nelly’s (ahora One Night Stand) en su lugar. Allí conocí a George a través de amigos en común, y nos conectamos instantáneamente con risas y sus adorables hoyuelos. Tres meses después, no podíamos imaginar estar separados, y a través de altibajos, seguimos haciendo que funcionara. Nunca vimos el matrimonio como algo necesario; ya éramos como una pareja casada, pero después de todos estos años, quedó claro: es hora de hacerlo oficial. A través de lo bueno y lo malo,