While each individual instance of love among mere mortals is undeniably unique, the pen of the omnipotent Author, much like that of a sitcom writer, tends to retrace the same lines across love stories. The narrative of the characters who star in this tale - Marissa and Javi - is no different. Our tale opened with a classic trope: the transformation of enemies into lovers. It all started when Javi told Marissa that she could not sit next to him in American History class, which sparked a several-months-long feud of Capulet/Montague proportions, which only came to a close when they discovered a shared love of the same music. The second chapter of their story took the form of yet another classic trope: the Will They?/Won't They? No one likes talking about exes, or the murky timelines budding feelings follow, so let us just say that it took a while for the stars to align. Like Monica and Chandler or Jim and Pam before them, the inevitability of Javi and Marissa's unification was apparent during this time to everyone besides the star-crossed lovers themselves. Chapter three: It was not until the pair stood in the heart of San Francisco one night, in Union Square, that those magic words were spoken by Marissa: "I think I might love you." For the following four years, the pair were in a long distance relationship. Four years after that - having made the audience wait much too long - Javi took a knee in an elevator only a few hundred feet away from the spot where the couple first confessed their love and put a ring on it. And, thus, with last season's recap now drawn to a close, we turn to the couple's fourth chapter: Holy Matrimony. Everyone loves a wedding episode, but such episodes also tend to be fraught with drama, so let us cross our fingers and hope no one says the wrong name and no dresses catch on fire. And now for a fourth wall break: We thank each and every one of you for joining us for our special moment. Whether you have seen us through every single episode or have simply made an occasional cameo, the story of us would be incomplete without you. We are indescribably grateful for the roles you have played in our lives and are overjoyed to share the beginning of our never-ending love story with you! To be continued...

Aunque cada historia de amor entre simples mortales es innegablemente única, la pluma del Autor omnipotente, muy parecida a la de un guionista de comedia, tiende a seguir las mismas líneas en todas las historias de amor. La narrativa de los personajes que protagonizan esta historia —Marissa y Javier— no es la excepción. Nuestra historia comenzó con un clásico: la transformación de enemigos en amantes. Todo empezó cuando Javi le dijo a Marissa que no podía sentarse junto a él en la clase de Historia de Estados Unidos, lo que desencadenó una rivalidad que duró varios meses, al estilo Capuleto y Montesco. Todo terminó cuando descubrieron que compartían el mismo gusto por la música. El segundo capítulo de su historia tomó la forma de otro clásico: el "¿Qué será? ¿Será que sí? ¿Será que no?". A nadie le gusta hablar de ex-parejas, ni de las líneas de tiempo confusas que siguen los sentimientos que empiezan a florecer, así que solo diremos que les tomó un buen rato para que las estrellas se alinearan. Como Monica y Chandler, o Jim y Pam antes que ellos, la inevitabilidad de que Javi y Marissa terminaran juntos era evidente para todos, excepto para los propios enamorados. Capítulo tres: No fue sino hasta que la pareja se encontró una noche en el corazón de San Francisco, en Union Square, que Marissa pronunció esas palabras mágicas: "Creo que podría amarte". Durante los siguientes cuatro años, mantuvieron una relación a distancia. Y cuatro años después —habiendo hecho esperar al público demasiado tiempo—, Javi se arrodilló en un elevador, a solo unos metros de donde la pareja confesó su amor por primera vez, y le puso un anillo. Y así, con el resumen de la temporada anterior ahora concluido, pasamos al cuarto capítulo de la pareja: el Sagrado Matrimonio. A todos les encanta un episodio de boda, pero estos suelen estar llenos de drama, así que crucemos los dedos y esperemos que nadie diga el nombre equivocado y que ningún vestido se prenda en llamas. Y ahora, un momento para romper la cuarta pared: Agradecemos a cada uno de ustedes por acompañarnos en este momento tan especial. Ya sea que nos hayan seguido en cada episodio o que solo hayan hecho un cameo ocasional, nuestra historia estaría incompleta sin ustedes. Estamos indescriptiblemente agradecidos por los roles que han jugado en nuestras vidas y estamos emocionados de compartir con ustedes el comienzo de nuestra interminable historia de amor. ¡Continuará…!