Adrian and Mayra first met through mutual friends from church around 2017–2018. They were part of the same friend group and hung out often, but at the time, it was just friendship. Adrian saw something special in Mayra early on, but he kept his feelings to himself, not wanting to risk the growing bond they had. What kept them close was the connection between their families—both deeply rooted in church and friendship. Over time, Adrian casually asked for Mayra’s social media, and they continued spending time together with friends. Then, in October 2017, everything shifted. Adrian received a random Snapchat from Mayra inviting him to the movies. To this day, Adrian insists it was their first date—though Mayra claims she just wanted a buddy to tag along. That moment sparked a playful debate that never quite ended, but Adrian made it his mission to prove her wrong. Their connection deepened during a church retreat in Arkansas. Spending the entire day together, Adrian couldn’t hold back what he felt any longer. It was during that retreat that the spark truly ignited. After returning home, the nonstop texting and late-night calls began, and from that day forward, they haven’t gone a single day without talking. Dates followed, but they waited to make it official until they were confident in the chemistry and wanted to be sure they were honoring God through their relationship. In 2019, they officially began dating, with their first date as a couple at a water lantern festival—something they would never forget. Over the years, they’ve shared countless dates, learned so much from one another, supported each other’s dreams, and built a deep, resilient love. Like every relationship, there have been ups and downs, but through it all, God has been at the center—guiding, shaping, and keeping them strong. As time went on, people around them began asking, “So when’s the wedding?”—sometimes joking, sometimes serious. The pressure to take the next step came from all directions. But Adrian and Mayra knew that God’s timing is perfect. They chose to trust His plan over everyone else’s timeline, confident that when the time was right, it would be clear. Then in 2025, after six years of dating, Adrian finally popped the question—at a sky lantern festival. It was the perfect full-circle moment, a nod to their very first date as boyfriend and girlfriend, now marking the beginning of a new chapter. Our story is just getting started, and we are beyond excited to see the journey God has planned for us. Thank you for being part of it. We can’t wait to celebrate with you!

Adrián y Mayra se conocieron por primera vez a través de amigos en común de la iglesia, alrededor del 2017–2018. Formaban parte del mismo grupo de amigos y pasaban mucho tiempo juntos, pero en ese momento, solo eran amigos. Adrián vio algo especial en Mayra desde el principio, pero guardó sus sentimientos para sí mismo, sin querer arriesgar el vínculo que estaba creciendo entre ellos. Lo que los mantuvo cerca fue la conexión entre sus familias—ambas profundamente arraigadas en la iglesia y la amistad. Con el tiempo, Adrián le pidió casualmente sus redes sociales a Mayra, y siguieron compartiendo momentos juntos con su grupo de amigos. Luego, en octubre de 2017, todo cambió. Adrián recibió un Snapchat inesperado de Mayra invitándolo al cine. Hasta el día de hoy, Adrián insiste en que fue su primera cita—aunque Mayra afirma que solo quería un acompañante. Ese momento dio inicio a un debate divertido que nunca terminó del todo, pero Adrián se propuso demostrar que él tenía razón. Su conexión se profundizó durante un retiro de la iglesia en Arkansas. Pasaron todo el día juntos, y Adrián ya no pudo ocultar lo que sentía. Fue durante ese retiro que la chispa realmente se encendió. Al regresar a casa, comenzaron los mensajes sin parar y las llamadas hasta altas horas de la noche, y desde ese día, no ha pasado ni uno solo sin hablarse. Salieron en varias citas, pero decidieron esperar para hacerlo oficial hasta estar seguros de la química entre ellos y de que querían honrar a Dios a través de su relación. En 2019, comenzaron oficialmente a salir como pareja, con su primera cita en un festival de linternas flotantes—una noche que jamás olvidarían. A lo largo de los años, han compartido innumerables momentos juntos, han aprendido mucho el uno del otro, se han apoyado mutuamente en sus sueños y han construido un amor profundo y resistente. Como en toda relación, ha habido altos y bajos, pero en todo momento, Dios ha estado en el centro—guiando, moldeando y fortaleciéndolos. Con el paso del tiempo, la gente a su alrededor comenzó a preguntar: “¿Y para cuándo la boda?”—a veces en broma, a veces en serio. La presión para dar el siguiente paso venía de todos lados. Pero Adrián y Mayra sabían que el tiempo de Dios es perfecto. Eligieron confiar en Su plan por encima del calendario de los demás, con la certeza de que cuando llegara el momento indicado, sería claro. Y así, en 2025, después de seis años de noviazgo, Adrián finalmente hizo la gran pregunta—en un festival de linternas en el cielo. Fue el momento perfecto para cerrar el círculo, un guiño a su primera cita como novios, ahora marcando el comienzo de un nuevo capítulo. Nuestra historia apenas comienza, y estamos más que emocionados por ver el camino que Dios tiene preparado para nosotros. ¡Gracias por ser parte de ella! ¡No vemos la hora de celebrar con ustedes!