We met our freshman year of high school in 2009. Since Lily wasn't allowed to date until she was 18, I guess you can say that is when we officially became a couple. After high school Lily went to San Diego State University to purse her degree in Business Finance and Miguel went all the way to the University of Puget Sound in Tacoma, Washington for 2 years then transferred to California State University Northridge to purse his degree in Psychology. Long distance was hard, but made every time we got to see each other worth it. Luckily for us FaceTime had been invented too. But as we were getting closer to finishing college the pressure of life started to creep in, and it felt like you needed to have everything figured out before graduation. That plus a long distance relationship created a lot of frustration. It sounds dramatic but that’s what life feels like in your early 20s. At the time it felt like the easiest thing to do was take a break and figure out what we really wanted. The easy way isn’t always the right way but there were a lot of lessons learned during that time apart that have helped turn us into better people for each other now. We reconnected and immediately it felt like we never left, the love was always there. This time we said if we’re going to do this, then let’s not waste time. Miguel moved to San Diego and we moved into our place in Pacific Beach July 2018. The new challenge became living with each other because that is when you learn so much about the other person. It’s amazing because you start to love all the random little things about the other person. The way someone steals the blanket from you when you’re sleeping, the way they look at you the minute they open the door, or the way they always forget their water bottle before going to bed. We always talked about getting married but weren’t sure when was the right time, and the pandemic didn’t help with the timing. Thankfully in 2022 we both were blessed with new job opportunities and booked a trip to New York to start traveling more. Miguel had other plans for the trip. He bought the ring and planned for the last day of our trip to propose in Central Park. Lily was completely surprised when Miguel got down on one knee in front of the Bow Bridge. She was so surprised that the first words out of her mouth were “are you serious?” Yes Lily, Miguel was very serious. Lily then said “YES!” and May 21, 2022 became the day we got engaged. Not bad for Miguel’s first time in New York City. The drive to the airport the next morning felt like a dream. There was one more surprise when we landed in San Diego our immediate family was waiting for us at a park close to our place to celebrate. We have continued to grow together and love each other now as fiancé’s. The wedding planning has been going by smoothly working on it together and with the help of others. We look forward to the day we get to call each other husband and wife, and celebrate with our family and friends.

Nos conocimos en el primer año de secundaria en 2009. Como Lily no podía salir hasta los 18, supongo que podemos decir que fue entonces cuando oficialmente nos convertimos en pareja. Después de la secundaria, Lily se fue a San Diego State a estudiar Finanzas Empresariales y Miguel viajó a la Universidad de Puget Sound en Tacoma, Washington durante 2 años, luego se transfirió a la Universidad Northridge para estudiar Psicología. La distancia fue dura, pero cada vez que nos veíamos valía la pena. Por suerte, ¡habían inventado FaceTime! Pero a medida que nos acercábamos al final de la universidad, la presión de la vida comenzó a aparecer y sentíamos que necesitábamos tener todo resuelto antes de graduarnos. Eso, más una relación a distancia, creó mucha frustración. Suena dramático, pero así se siente la vida a los 20 años. En ese momento, lo más fácil parecía tomarnos un respiro y descubrir qué queríamos realmente. No siempre lo fácil es lo correcto, pero durante ese tiempo separados aprendimos muchas lecciones que nos han ayudado a ser mejores personas el uno para el otro ahora. Nos volvimos a conectar e inmediatamente sentimos que nunca nos habíamos ido, el amor siempre estuvo ahí. Esta vez dijimos que si íbamos a hacer esto, no perderíamos el tiempo. Miguel se mudó a San Diego y nosotros nos mudamos a nuestro apartamento en Pacific Beach en julio de 2018. El nuevo desafío se convirtió en vivir juntos, porque es ahí cuando aprendes tanto sobre la otra persona. Es increíble porque empiezas a amar todas las pequeñas cosas del otro. La forma en que alguien te roba la manta mientras duermes, la forma en que te mira en el momento en que abre la puerta, o la forma en que siempre olvida su botella de agua antes de acostarse. Siempre hablamos de casarnos, pero no estábamos seguros de cuándo era el momento adecuado, y la pandemia no ayudó. Gracias a Dios, en 2022 ambos fuimos bendecidos con nuevas oportunidades de trabajo y reservamos un viaje a Nueva York para empezar a viajar más. Miguel tenía otros planes para el viaje. Compró el anillo y planeó el último día de nuestro viaje para proponer en Central Park. Lily se sorprendió por completo cuando Miguel se arrodilló frente al Puente Bow. Estaba tan sorprendida que las primeras palabras que salieron de su boca fueron "¿hablas en serio?". Sí, Lily, Miguel hablaba en serio. Lily entonces dijo "¡SÍ!" y el 21 de mayo de 2022 se convirtió en el día en que nos comprometimos. No está mal para la primera vez de Miguel en la ciudad de Nueva York. El viaje al aeropuerto la mañana siguiente fue como un sueño. Hubo una sorpresa más cuando aterrizamos en San Diego: y nuestros familiares cercanos nos esperaba en un parque cerca de nuestra casa para celebrar. Hemos seguido creciendo juntos y amándonos como novios. La planeación de la boda ha ido fluyendo sin problemas, trabajando juntos y con la ayuda de otros. Esperamos con ansias el día en que podamos llamarnos marido y mujer, y celebrar con nuestra familia y amigos.