Nuestra historia es un hermoso testimonio del tiempo perfecto y el plan divino de Dios. En 2016, nos encontramos por primera vez en un campamento de jóvenes. Aunque estábamos en el mismo lugar, nunca interactuamos y cada uno siguió su camino. Lo que no sabíamos es que Dios tenía algo mucho más grande planeado para nosotros y, eventualmente, nuestros caminos se volverían a cruzar. En 2021, nos encontramos de nuevo de manera inesperada en un gimnasio. Con el tiempo, nuestra amistad creció, y comenzamos a hablar casi a diario por FaceTime mientras yo asistía al Indiana Bible College. Aunque nuestra conexión era fuerte, no estaba lista para una relación en ese momento. Jose, con fe y paciencia, esperó. En junio de 2022, me pidió que fuera su novia y, con mucho amor, dije que sí. Nuestra relación floreció y se fortaleció, siempre centrada en nuestra fe compartida. Dos años después, en agosto de 2024, Jose planeó una propuesta hermosa y sincera. Rodeados de amor, alegría y emoción, se arrodilló y me pidió que fuera su esposa. Sin pensarlo dos veces, dije que sí, llena de gratitud por todo lo vivido y por lo que el futuro nos tiene preparado. Hoy, estamos emocionados de comenzar este nuevo capítulo juntos, con Dios como el centro de nuestro matrimonio, y deseamos compartir esta hermosa celebración con todos ustedes. ¡Gracias por ser parte de nuestra historia!

Our story is a beautiful testament to God's perfect timing and plan. In 2016, we first crossed paths at a youth camp. Although we were in the same space, we never interacted, and each of us went our separate ways. What we didn't know was that God had something much greater planned for us, and eventually, our paths would cross again. In 2021, we unexpectedly met again at a gym. Over time, our friendship grew, and we began talking almost daily on FaceTime while I was attending Indiana Bible College. Although our connection was strong, I wasn't ready for a relationship at that time. Jose, with faith and patience, waited. In June of 2022, he asked me to be his girlfriend, and with much love, I said yes. Our relationship blossomed and grew stronger, always centered around our shared faith. Two years later, in August of 2024, Jose planned a beautiful and sincere proposal. Surrounded by love, joy, and emotion, he got down on one knee and asked me to be his wife. Without hesitation, I said yes, filled with gratitude for all we had experienced and for the future ahead of us. Today, we are excited to begin this new chapter together, with God at the center of our marriage, and we can't wait to celebrate this beautiful journey with all of you. Thank you for being part of our story!