Todo empezó con una mirada. De esas que te marcan, aunque no sepas por qué. Gisele estaba en misa un domingo, cuando vio a Jorge por primera vez. No sabía quién era, ni por qué le llamó tanto la atención, pero algo dentro de ella se movió. Una sensación diferente, como si Dios la estuviera guiando sin decir nada. Lo más lindo es que, años después, Jorge le confesó que también la había visto ese día. Ninguno lo sabía en ese momento, pero ese fue el primer capítulo de su historia. Pasó el tiempo, y ya en el primer año de secundaria, sus caminos se cruzaron de nuevo. Los profesores decidieron hacer un proyecto entre clases, y de entre más de 60 estudiantes… les tocó trabajar juntos. Así fue como, oficialmente, se conocieron. Desde el principio, era claro que eran muy distintos. Jorge es sociable, habla con con todo el mundo (jaja), y siempre anda echando chistes y bromas pero todo con amor. Gisele era más tranquila y calladita, pero cuando tu la conoces profundamente es una persona muy cariñosa y sencilla con un corazón grande. Sin embargo, desde ese primer encuentro, algo especial volvió a nacer. Los mismos sentimientos de aquel día en la iglesia regresaron, pero esta vez con más fuerza. Después del proyecto, pensaron que todo quedaría ahí, pero Jorge no dejó de insistir. Siempre encontraba la manera de hablarle, aunque fuera solo para molestarla un poco. Poco a poco, se fue formando algo más. Y fue en tercer año de secundaria cuando por fin se dieron cuenta: que la amistad se convirtió en AMOR. Desde entonces, han caminado juntos. En las buenas y en las malas, creciendo, aprendiendo y, sobre todo, acercándose más a Dios. Porque con el tiempo entendieron que el amor no es solo emoción o palabras bonitas. Es un compromiso, es trabajo, es paciencia. Es una decisión diaria. Y aquí es donde queremos compartir lo más importante. Muchos piensan que el matrimonio se trata solo de estar enamorados. Pero durante estos seis años de noviazgo, Dios nos ha mostrado el verdadero significado del amor. Sin que lo notáramos al principio, Él iba sembrando semillitas y poco a poco, esas semillas empezaron a dar fruto. Nos enseñó que el amor no es solo un sentimiento bonito, sino una decision entre dos. Elegir amar en lo bueno y en lo difícil. Elegir estar ahí cuando es fácil, pero también cuando cuesta. Dios nos mostró que el amor verdadero es reflejar a Jesús. No somos la pareja perfecta, y no buscamos parecerlo. Solo queremos cuidar este regalo que Dios nos dio: el amor. Y protegerlo, valorarlo, y crecer en él hasta que la muerte nos separe si Dios nos permite. Nuestra fuerza viene de Dios. Vivimos para Él, y a Él le entregamos esta unión. Este 28 de Junio de 2025, queremos que ustedes, nuestras personas más queridas, sean testigos de algo mucho más grande que una boda: un compromiso de por vida, delante del Creador del amor. Para nosotros, ese día no solo marca el inicio de una nueva etapa sino una nueva vida de amor: dejar atrás la vida individual para convertirnos en una sola carne, si Dios lo permite. Y queremos agradecerle a Jesús y a Mamá Maria, porque sin ellos, nada de esto sería posible. A todos los que están leyendo esto: solo queremos decirles que Dios también tiene un plan para ustedes. Nuestro amor es solo un testigo de eso. Porque cuando Dios es el centro de tu vida, no necesitas nada más, Con Jesus lo tienes todo. Nosotros lo encontramos a Él. Y en Él encontramos el uno al otro 🤍