July 12th, 2025
Marcos and Blanca’s love story began in February of 2020 when they met while serving at a youth retreat. Marcos was immediately captivated by Blanca’s beautiful smile, her kindness, and the grace with which she carried herself. During the closing Mass, as he held a friend’s baby in his arms, Blanca had a vision of him cradling their future child. The moment took her by surprise, as she had just met him. This retreat was a Theology of the Body retreat, where they spoke to young men and women about the beauty of chastity, virtue, and authentic love. Marcos encouraged the boys to lead with strength and honor, while Blanca spoke to the girls about the beauty of the feminine genius and the gift of being a woman of Christ. Neither of them knew that their first encounter at that retreat would be the foundation for the love story God had in store for them. Blanca had committed to a one-year dating fast just a week before meeting Marcos, offering her heart entirely to Jesus. Meanwhile, Marcos could barely summon the courage to speak to her. He had never met a woman so beautiful, inside and out—someone whose very presence made his heart race. And so, their lives continued on separate but parallel paths. A year later, they crossed paths once more when Marcos invited Blanca to serve at Our Lady of the Angels food pantry. As she painted a hopscotch path for the neighborhood children, he admired her kindness and the way she made everyone around her feel seen and loved. And as Blanca watched Marcos interact with the nuns, listening so attentively to their stories, her heart stirred. Shortly after, he invited her to El Cerrito de la Virgen de Guadalupe, where they prayed side by side in adoration, talked, laughed, and felt a connection that was lighthearted yet profound. Blanca’s middle name is Guadalupe, so La Virgencita de Guadalupe has always been a source of comfort and intercession. She had long entrusted her heart to Our Lady. Little did she know that La Virgencita was gently leading her to her own St. Joseph—Marcos. Over time, their friendship deepened through church events, young adult retreats, volleyball nights, and theology formation classes. But it was one evening that changed everything. Marcos spoke so beautifully about living a life that glorifies Jesus, about how nothing matters more than reaching heaven and being a reflection of Christ to others. Blanca saw the heart of a man striving for holiness, a man she could walk with toward Christ. And for Marcos, every conversation with Blanca only confirmed what his heart already knew—she was the woman he had prayed for, the woman who would challenge him to be better, love deeper, and live with greater purpose. Soon after, Marcos invited Blanca to adoration to ask her to be his girlfriend, and it was there, before Jesus in the Blessed Sacrament, that their love story truly began. From the chapel where they first prayed together to the moment Marcos proposed before the Eucharist, every step of their journey has been anchored in Christ. And now, they will walk hand in hand to the altar, standing once more before Jesus, ready to vow their lives to one another in the presence of the One who brought them together.
La historia de amor de Marcos y Blanca comenzó en febrero del 2020, cuando se conocieron durante un retiro juvenil. Marcos quedó cautivado de inmediato por la hermosa sonrisa de Blanca, su amabilidad y la gracia con la que se desenvolvía. Durante la misa de clausura, mientras él sostenía en brazos al bebé de un amigo, Blanca tuvo una visión: lo vio acunando a su futuro hijo. El momento la tomó por sorpresa, pues apenas lo acababa de conocer. Este retiro era de Teología del Cuerpo, donde compartieron con jóvenes sobre la belleza de la castidad, la virtud y el amor auténtico. Marcos animó a los niños a liderar con fuerza y honor, mientras que Blanca habló con las niñas sobre la hermosura de la virtud femenina y el don de ser una mujer de Cristo. Ninguno de los dos sabía que ese primer encuentro en el retiro sería el inicio de la historia de amor que Dios les tenía preparada. Tan solo una semana antes de conocer a Marcos, Blanca había decidido dedicar un año a sí misma, sin involucrarse en relaciones amorosas, ofreciendo su corazón por completo a Jesús. Mientras tanto, Marcos apenas reunía el valor para hablarle. Nunca había conocido a una mujer tan hermosa, por dentro y por fuera, alguien cuya sola presencia le aceleraba el corazón. Y así, sus vidas continuaron por caminos separados pero paralelos. Un año después, se reencontraron cuando Marcos invitó a Blanca a servir en el dispensario de alimentos de la Misión de Nuestra Señora de los Ángeles. Mientras ella dibujaba un juego con gis en el suelo para los niños del barrio, él admiraba su bondad y la forma en que hacía que todos a su alrededor se sintieran amados y valorados. Y mientras Blanca observaba a Marcos interactuar con las monjitas, escuchando atentamente sus historias, su corazón se conmovió. Poco después, él la invitó a El Cerrito de la Virgen de Guadalupe, donde rezaron juntos en adoración, conversaron, rieron y sintieron una conexión alegre pero profunda. El segundo nombre de Blanca es Guadalupe, por lo que la Virgencita de Guadalupe siempre ha sido una fuente de consuelo e intercesión para ella. Desde hace tiempo, había confiado su corazón a Nuestra Señora. Sin saberlo, la Virgencita la estaba guiando con ternura hacia su propio San José: Marcos. Con el tiempo, su amistad se fue profundizando a través de eventos de la iglesia, retiros para jóvenes adultos, noches de voleibol y clases de formación teológica. Pero fue una noche la que lo cambió todo. Marcos habló maravillosamente sobre vivir una vida que glorifique a Jesús, sobre cómo nada importa más que alcanzar el cielo y ser un reflejo de Cristo para los demás. Blanca vio el corazón de un hombre que luchaba por la santidad, un hombre con quien podía caminar hacia Cristo. Y para Marcos, cada conversación con Blanca solo confirmaba lo que su corazón ya sabía: ella era la mujer por la que había orado, la mujer que lo desafiaría a ser mejor, a amar más profundamente y a vivir con mayor propósito. Poco después, Marcos invitó a Blanca a adoración para pedirle que fuera su novia, y fue allí, ante Jesús en el Santísimo Sacramento, donde verdaderamente comenzó su historia de amor. Desde la capilla donde oraron juntos por primera vez, hasta el momento en que Marcos le propuso matrimonio ante Jesús Eucaristía, cada paso de su camino ha estado anclado en Cristo. Y ahora, caminarán de la mano hacia el altar, una vez más ante Jesús, listos para unir sus vidas en la presencia de Aquel que los reunió: JESÚS EUCARISTÍA.