Nuestra historia de amor se teje a través de una inesperada conexión a partir de los videojuegos. Todo comenzó cuando un amigo en común nos presenta, sin sospechar que nuestra pasión por los juegos electrónicos nos llevaría a una vínculo especial. A medida que compartimos experiencias virtuales, nuestra amistad se fortaleció y comenzó a convertirse en algo más profundo. Descubrimos que teníamos mucho en común más allá de los videojuegos: compartíamos valores, intereses y sueños similares. Poco a poco, nuestra conversaciones se volvieron más personales y nuestros lazos emocionales se profundizaron. Nuestra relación comenzó a florecer, nosotros enfrentamos desafíos juntos, tanto dentro y fuera de los mundos virtuales. Nos apoyábamos mutuamente en momentos difíciles, que hizo que nuestro amor se consolidara aún más. Celebramos victorias en nuestros juegos favoritos como en la vida misma y creamos recuerdos inolvidables. Con el tiempo, nuestra relación se volvió más fuerte, no solo eramos compañeros de juego sino que nos convertimos en confidentes, amigos cercanos y, finalmente, en amantes comprometidos. Nuestro amor se fortaleció a medida que enfrentábamos juntos las alegrías y dificultades de la vida real. A través de la conexión que surgió en línea, nosotros construimos un amor sólido y duradero que trasciende los pixels y las pantallas, demostrando que los lazos más profundos y lejanos pueden forjarse en los lugares más inesperados.

En la Navidad de 2020, decidí dar un paso importante en mi relación con Elizabeth. Reuní a nuestros padres en casa, con el árbol de Navidad de fondo y un ambiente acogedor. Miré a Elizabeth y le solté: '¿Quieres ser mi MID para siempre en League of Legends?' Elizabeth aceptó con una sonrisa, y eso marcó el inicio de un compromiso más serio. Dos años después, cuando finalmente pudimos reunir a nuestros padres después de mucho tiempo separados, aproveché la ocasión para pedir formalmente la mano de Elizabeth. Les dije que la amaba y que siempre cuidaría de ella. Esta propuesta de matrimonio no solo selló nuestro amor, sino que también unió a nuestras familias en un nuevo capítulo lleno de amor y compromiso. Fue un momento auténtico y emocionante en nuestras vidas, sin necesidad de cursilerías, simplemente amor sincero. Vi el brillo de la emoción en los ojos de Elizabeth cuando aceptó con una sonrisa. Ese momento se sintió como la promesa de un futuro lleno de aventuras compartidas. Dos años después, cuando finalmente pudimos reunir a nuestros padres en un mismo lugar después de tanto tiempo, aproveché la oportunidad para formalizar nuestra unión ante su presencia. Frente a ellos, expresé con todo mi corazón el amor que siento por Elizabeth y mi compromiso de cuidarla y amarla siempre. Fue un momento lleno de emoción y alegría, que unió aún más a nuestras familias. Esta propuesta de matrimonio no solo fortaleció nuestro amor, sino que también nos unió a todos en una nueva etapa de nuestras vidas, cargada de amor y promesas eternas."