Todo comenzó en verano del 2022. Estábamos en la Conferencia para Jóvenes de la Iglesia cuando terminamos sentados en la misma mesa juntos para desayunar. Debo confesar que me cautivó, que tenía un encanto envolvente y una sonrisa inolvidable. En el último baile de la Conferencia, Victor estaba de pie sin moverse. Así que le pregunté: "¿Y tú no bailas?". Él se lo tomó como todo un desafío y usó cada uno de los pasos de baile que se sabía para hacerme sufrir. Yo lo pasé fatal, mientras él disfrutaba… y ahí se quedó. Volvimos a vernos en diciembre en otro baile de la Iglesia. Él me pidió bailar pero yo, estaba muy ocupada y no bailamos. Antes de él marcharse del baile, se me acercó y me dijo algo parecido a: "al final no bailamos" y yo me sentí fatal. Decidí mandarle un mensaje. Ese mensaje nos llevó a mil videollamadas, nuestra primera cita... ¡y el resto es historia!
Mi historia empieza durante el mismo baile en invierno del 2022, decido ir a la fiesta y sin expectativa de verla...descubro que está allí. Por lo tanto, aprovecho para invitarla a bailar, recuerdo lo guapa que estaba con su vestido verde. Al estar ella ocupada, no se percata de lo que le he dicho. Luego, al marcharme con mis amigos de la fiesta, le comento que al final no pudimos bailar, pese a mi invitación. Ella triste por lo sucedido, me escribe a la mañana siguiente. Meses y meses de mensajes dan el comienzo a nuestra primera cita iniciando así, mi historia junto a ella: de conocidos a mi futura esposa...