Nuestras familias siempre han estado relacionadas. Mi papá político (a quien considero mi verdadero papá) es primo de María Cecilia, mamá de Carlos. Hace ya algunos años ellos decidieron residenciarse en Miami y en uno de nuestros viajes familiares coincidimos con ellos para celebrar el cumpleaños de Carlos. Ese día Carlos y yo estuvimos conversando e intercambiamos teléfonos, gracias a un primo de Carlos, que le dio el empujón para que me pidiera el número y me invitara a salir. Le comenté que al día siguiente iría a la playa con mi familia y lo invité. Para mi sorpresa, Carlos encontró la manera de llegar justamente al lugar donde estábamos. Pasamos el día súper bien y al terminar el día me invitó a correr kartings. Mi mamá la verdad no estaba muy de acuerdo con la idea, sin embargo yo decidí ir. Dos días después, cuando regresaba a Venezuela, Carlos fue a despedirme al aeropuerto a escondidas de mi familia. Nunca dejamos de escribirnos, pasamos mucho tiempo conectados. Carlos me llamaba todos los días después de las 10pm para que nadie se enterara, pero después de unos meses, entendimos que queríamos estar juntos y decidí mudarme a Miami. Al principio vivimos con los papás de Carlos y empezamos a trabajar duro para independizarnos. Hace tres años logramos mudarnos solos y decidimos adoptar a nuestra perrita, Pepper Marie. Ya van 5 años desde entonces y sabemos que ahora es que le quedan paginas a nuestro libro.
Las navidades de 2017 comenzamos hacer un sesión de fotos familiares con nuestro fotógrafo favorito, Domingo Cabrera. En el 2018, quisimos hacer lo mismo, pero desde el principio Domingo no tenia programada ninguna fecha. Carlos comenzó a insistir bastante en que llamáramos a Domingo para que nos abriera un espacio y así poder tener las fotos. Después de muchos mensajes, aceptó. El día 11 de Diciembre de 2018 Domingo vino a nuestra casa para tomar las fotos. Previamente, Carlos se había puesto de acuerdo con él para darme la sorpresa. En medio de la sesión fotográfica Domingo me pide que me tape los ojos para tomar algunas fotos así y al quitarme la venda Carlos estaba arrodillado con una cajita roja... el resto, pues ya lo saben.