Nos conocimos en el trabajo en 2014, estuvimos colaborando juntos en un proyecto para el área donde trabajábamos, éramos buenos amigos, nos respetábamos y admirábamos mucho pero nuestros caminos eran muy diferentes. Más tarde en 2017, creemos que la vida decidió que era momento de voltear a vernos y reconocer todo lo que teníamos en común. Fue entonces que decidimos ir a una boda juntos, bailamos sin parar toda la noche sin imaginarnos lo que el futuro nos tenía preparado. Hoy recordamos con mucha alegría aquel momento donde, sin saberlo, habíamos encontrado nuestra alma gemela.