"Mejor son dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro." "Two are better than one, because they will have more fruit for their labor. If they fall, one lifts up the other."

Hay historias de amor que, sin duda merecen ser contadas, y hoy tengo la fortuna de escribir para ustedes, una de esas historias. En 2011, dos adolescentes con corazones llenos de sueños, se conocieron. Desde el primer día, fue evidente que había una chispa especial entre ellos. Pasaron juntos algún tiempo, donde las complicidades se convirtieron en la base de un primer amor. Pero como muchas veces sucede en la vida, sus caminos tomaron rumbos distintos. Sin embargo, el destino tenía otros planes. Años más tarde, volvieron a encontrarse. Y lo que hace años atrás comenzó, esta vez renació con más fuerza. El destino decidió que era hora de que volvieran a estar juntos, esta vez para no separarse nunca más. El camino no ha sido fácil, mantuvieron una relación a distancia, superando kilómetros y horarios, con llamadas largas, mensajes interminables y visitas que se sentían siempre demasiado cortas. Pero todo fue una prueba de que, cuando el amor es verdadero, no hay barreras que puedan separarlo. El tiempo y la distancia no hicieron más que fortalecer su amor. Cada reencuentro era más bonito que el anterior, y con cada despedida, se prometían seguir luchando por ese amor que había comenzado en los pasillos de la secundaria. Hoy, me llena de alegría ver cómo han superado cada obstáculo, cada desafío, y cómo han decidido unir sus vidas para siempre. Perla y Abdul son un ejemplo del poder del amor, de la paciencia y de la certeza de que, cuando dos personas están destinadas a estar juntas, ni el tiempo ni la distancia pueden impedirlo. - There are love stories that, without a doubt, deserve to be told, and today I am fortunate to write one of those stories for you. In 2011, two teenagers with hearts full of dreams met. From the first day, it was evident that there was a special spark between them. They spent some time together, where complicity became the basis of a first love. But as often happens in life, their paths took different directions. However, destiny had other planes. Years later, they met again. And what began years ago, this time was reborn with more strength. Fate decided that it was time for them to be together again, this time to never separate again. The road has not been easy, they maintained a long-distance relationship, overcoming kilometers and schedules, with long calls, endless messages and visits that always felt too short. But everything was proof that, when love is true, there are no barriers that can separate it. Time and distance only strengthened their love. Each reunion was more beautiful than the last, and with each farewell, they promised to continue fighting for the love that had begun in the hallways of high school. Today, it fills me with joy to see how they have overcome every obstacle, every challenge, and how they have decided to unite their lives forever. Perla and Abdul are an example of the power of love, of patience, and of the certainty that when two people are destined to be together, neither time nor distance can stop them. ~Azucena Aldana