It all began one evening at 8th Wonder Brewery. We were both there with friends, enjoying the night, unaware that our paths were quietly crossing. The moment Miguel saw Norma, he was captivated. Curious, he turned to his friend and asked, “Who is she?” The reply came quickly: “She’s already taken.” And just like that, they never spoke and went their separate ways, two strangers whose timing wasn’t quite right. Years later, fate gave them a second chance. While scrolling through Instagram, Miguel came across Norma’s profile his heart skipped a beat and he decided to reach out. This time, things were different, Norma was single, and they began talking. What started as friendly conversations soon grew into something more. After a few months of getting to know each other, they decided to meet in person. Their first official date was at Taste of Texas, a night filled with laughter, great food, and an instant connection. From that dinner on, things just felt right. What began as a missed moment turned into the most meaningful journey and now, they can’t wait to celebrate the next chapter together.

It was a Saturday afternoon when Miguel casually asked Norma if she wanted to go out to eat somewhere nice. Of course, she said yes. He told her, “We need to leave by 4:30 PM,” and without thinking much of it, Norma got ready in a dress and heels, excited for what she assumed would be a lovely dinner date. As they got in the truck and hit the road, Miguel was unusually quiet. Norma, trying to lighten the mood, played some music, but she couldn’t help but wonder where they were headed, the drive was longer than expected. Curious, she finally asked, “Where are we going?” Miguel just smiled and said, “McDonald’s.” Norma laughed and went along with it, thinking he was just being silly. A few minutes later, they arrived on Galveston Island and Norma grew even more curious. “What restaurant is here that’s fancy enough to need heels?” she thought. But she stayed quiet, trusting the moment. That’s when Miguel pulled into a McDonald’s parking lot. Norma was completely confused… until she noticed a helicopter sitting next to it. Then, Miguel casually turned to her and asked, “Do you want to get on?” True to his spontaneous nature (and always full of surprises), Miguel had arranged a helicopter ride. Norma didn’t suspect a thing this kind of spontaneous adventure was just so him. They boarded the helicopter and took off, enjoying breathtaking views of the coast (well, mostly Norma, Miguel happens to be afraid of heights!). As the ride was nearing its end, Miguel asked Norma to turn around. She thought he just wanted to take a picture, so she turned with a big smile. But when she turned back, she found Miguel holding a ring. And just like that, in the middle of the sky, with her heart full and the ocean below, Norma realized she was being proposed to. It was unexpected, unforgettable, and completely perfect just like them.

Todo comenzó una tarde en 8th Wonder Brewery. Ambos estábamos allí con amigos, disfrutando de la noche, sin saber que nuestros caminos se estaban cruzando silenciosamente. En el momento en que Miguel vio a Norma, quedó cautivado. Con curiosidad, le preguntó a su amigo: “¿Quién es ella?” La respuesta llegó rápido: “Ella ya tiene pareja.” Y así, nunca cruzaron una palabra y siguieron sus caminos por separado, dos desconocidos cuyo momento simplemente no había llegado aún. Años después, el destino les dio una segunda oportunidad. Mientras navegaba en Instagram, Miguel se topó con el perfil de Norma, su corazón dio un vuelco y decidió escribirle. Esta vez, las cosas eran diferentes, Norma estaba soltera y comenzaron a hablar. Lo que inició como una amistad, pronto se transformó en algo más profundo. Después de unos meses de conocerse, decidieron verse en persona. Su primera cita oficial fue en Taste of Texas, una noche llena de risas, buena comida y una conexión instantánea. Desde esa cena, todo simplemente se sintió correcto. Lo que comenzó como un momento perdido, se convirtió en el viaje más significativo. Y ahora, no pueden esperar para celebrar el próximo capítulo de su historia juntos.

Todo ocurrió un sábado por la tarde cuando Miguel le preguntó a Norma si quería salir a cenar a algún lugar bonito. Norma, sin sospechar nada, dijo que sí con gusto. Miguel le dijo: “Tenemos que salir a las 4:30 PM”. Cuando llegó la hora, subieron a la camioneta y comenzaron el camino. Durante todo el trayecto, Miguel estuvo inusualmente callado. Norma, para romper el silencio, puso música y disfrutaba del momento, aunque el camino se le empezó a hacer largo. Fue entonces cuando le preguntó: “¿A dónde vamos?”, y Miguel, en tono de broma, respondió: “A McDonald’s”. Norma solo se rió y le siguió el juego. Poco después llegaron a la isla de Galveston, y Norma comenzó a preguntarse: “¿Qué restaurante hay aquí que amerite vestido y tacones?” No dijo nada, solo decidió seguir fluyendo con el momento. De repente, Miguel se estacionó en el McDonald’s, lo cual dejó a Norma totalmente confundida… hasta que notó que al lado del estacionamiento había un helicóptero. Miguel, como si fuera lo más normal del mundo, le preguntó: “¿Quieres subirte?”. Norma, acostumbrada a que Miguel fuera espontáneo y le encantara sorprenderla en días comunes, no sospechó nada. Subieron al helicóptero y comenzaron a disfrutar del paseo (bueno, más Norma que Miguel… porque él le tiene miedo a las alturas). Ya casi al final del recorrido, Miguel le pidió a Norma que se diera la vuelta. Ella pensó que quería tomarle una foto, así que se volteó sonriendo… pero cuando se giró de nuevo, Miguel estaba sosteniendo un anillo. Y en ese momento, con el corazón latiendo y el mar de fondo, Norma se dio cuenta de que estaba recibiendo la propuesta de su vida. Fue inesperado, emocionante, y absolutamente perfecto tal como es su historia.