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La historia de amor de Cynthia y Miguel es una obra divina, donde cada momento y detalle parecieron alinearse perfectamente con el tiempo de Dios. Como recuerda Cynthia, "Nos conocimos en el lugar, en la hora y en el momento perfecto de Dios." En mayo de 2019, sus caminos se cruzaron cuando Miguel trabajaba en la construcción del Hospital Regional de Pucallpa y vivía en un departamento alquilado por la tía de Cynthia. Todos los días, él la observaba mientras ella preparaba sus clases, aunque ella no se daba cuenta de su admiración. Respetuosa, Cynthia asumió que Miguel estaba casado y mantuvo su distancia, pero pronto, el plan de Dios comenzó a revelarse. Una simple introducción a través de su tía se convirtió en una hermosa amistad, y no pasó mucho tiempo antes de que esa amistad se transformara en amor. Miguel recuerda ese tiempo, diciendo, "Hace 5 años y 2 meses conocí al amor de mi vida... ella me da mucho más de lo que pido, es mucho más de lo que idealicé." A través de su creciente conexión, Cynthia se convirtió no solo en el amor de su vida, sino en su compañera más cercana, su apoyo incondicional, su luz en los momentos oscuros, su guía y su salvación. Para ambos, este amor era más allá de lo que jamás soñaron o imaginaron, un amor que Dios había cuidadosamente diseñado para los dos. Su relación resistió el tiempo y la distancia. Mientras Miguel viajaba por trabajo, su vínculo permaneció fuerte, nutrido por la fe y la confianza. A pesar de los kilómetros que los separaban, Dios mantuvo sus corazones conectados. Cynthia confió en el Señor, sabiendo que Sus planes eran más grandes que los suyos. “Todo esto lo puse en las manos de Dios,” recuerda con gratitud por Su guía en tiempos de incertidumbre. Después de un período de silencio, Miguel regresó, preguntándole si algún día se convertiría en la madre de sus hijos. Su inesperada propuesta, hecha con un corazón lleno de amor y esperanza, llevó a un momento inolvidable el 15 de agosto de 2022, cuando pidió su mano en matrimonio. La alegría de Cynthia fue inmensa: "Me llené de mucho gozo y agradecí a Dios por todo lo que me estaba sucediendo." Ese día, sellaron su compromiso ante Dios y sus familias, y fijaron la fecha para su unión en matrimonio. A medida que se acercan los días, ambos reflexionan sobre su viaje con asombro y gratitud, sabiendo que su amor siempre fue parte de un plan divino. Cynthia describe su amor por Miguel como eterno: "Te amo con toda mi alma, no con el corazón, porque el corazón un día deja de latir, pero el alma es eterna, como mi amor por ti, mi vida." Y Miguel, a su vez, expresa la profundidad de su devoción, "La amo con toda mi alma porque es mi mejor amiga, mi apoyo incondicional, mi luz cuando hay oscuridad." Mientras se preparan para unir sus vidas en matrimonio, se apoyan en la base de un amor bendecido por Dios, confiando en Sus palabras: "El amor es paciente, el amor es bondadoso... todo lo soporta. El amor nunca falla." Su historia es un testimonio del poder de la fe, la perseverancia y el tiempo divino, y es un recordatorio de que “todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.”