We were living life side by side—same places, same circles—but somehow, we never met. It’s as if God was gently saying, “Not yet.” He was writing our story in silence, preparing our hearts separately until the day they were ready to meet. That moment came unexpectedly, but it didn’t take long to feel the peace and the purpose behind it. Through the ups, the downs, and everything in between, we’ve seen how love grows not just in joy, but in commitment, forgiveness, and grace. We’ve walked through seasons that stretched us and brought us closer. And every part of the journey—every laugh, every hard conversation, every answered prayer—has led us here. Now, we’re stepping into forever. Not a perfect love story, but a real one, written by God’s hand. We’re so grateful you’re here to celebrate this chapter with us. ~//~ Vivíamos nuestras vidas uno al lado del otro—en los mismos lugares, rodeados de las mismas personas—pero por alguna razón, nunca nos conocimos. Es como si Dios estuviera diciendo suavemente: “Todavía no.” Él ya estaba escribiendo nuestra historia en silencio, preparando nuestros corazones por separado hasta el día en que por fin se encontraron. Ese momento llegó de manera inesperada, pero no tardamos en sentir la paz y el propósito detrás de todo. A lo largo de las subidas y bajadas, hemos aprendido que el amor crece no solo en los momentos de alegría, sino también en los de compromiso, perdón y gracia. Hemos pasado por temporadas que nos han retado, pero también nos han unido. Y cada parte del camino—cada risa, cada conversación difícil, cada oración contestada—nos ha llevado hasta aquí. Ahora comenzamos nuestro para siempre. No es una historia de amor perfecta, pero sí una historia real, escrita por la mano de Dios. Gracias por ser parte de este capítulo tan especial en nuestras vidas.