Esta historia comienza con un viaje. Estábamos cumpliendo un año de novios y decidimos visitar Puerto Rico para celebrar esa fecha tan especial. Mucho tiempo antes habíamos planificado detalladamente que íbamos a hacer cada día durante el viaje ya que solo estaríamos una semana. Lo que yo (Majela) no sabía es que Jesse ya tenía pensando cuando y donde le haría una gran propuesta de matrimonio. Es una historia muy graciosa porque por poco el plan que tenía Jesse estaba por venirse abajo. Resulta que el lugar que tenía pensando para la propuesta es una reserva protegida por el estado, por lo cual había ciertas horas en las que ya no se podía entrar en el carro sino que había que llegar caminando lo que tomaría unos 30 min. Obviamente esto complicaba las cosas ya que estaba por ponerse el sol, y Jesse tenía pensado hacer la propuesta en el momento justo del atardecer. Cuando entramos al lugar para “hacernos fotos” el guardia nos dice que no podemos dejar nuestro carro ahí sino que tenemos que regresar y entrar a pie. Jesse intenta razonar con el oficial pero no parece convencerlo, hasta que después Jesse sin decir nada va y habla en privado con el guardia y le comenta el plan de la propuesta que está a punto de hacer y que vinimos de lejos solo para eso. Jesse regresa y sorpresivamente el oficial había cambiado de opinión. Nos dejó pasar al lugar y cuando llegamos nos pusimos a tomar fotos muy bonitas con el atardecer, el mar y las rocas. En una de las fotos Majela se voltea como mirando el paisaje y en ese justo momento Jesse se arrodilla con pose de propuesta, saca una pequeña caja de madera con un anillo precioso y le hace la siguiente pregunta a Majela: ¿Me darías el honor de ser tu esposo? Y dije: Siiii!! Después de la gran emoción volteo hacia arriba y veo al guarda que al principio no nos dejaba pasar tomándonos fotos muy sonriente 😆 La foto a continuación muestra unos segundos después en el mismo lugar de la propuesta. ¡Aprecien el anillo!