It all started with a simple coffee date. Juandi invited me to First Watch for breakfast, and we ended up talking for hours (yes, Juandi did most of the talking, lol!). Looking back, we both agree there was an instant spark. From there, we went on countless dates—coffee dates, breakfast at local diners, scooter rides through DC, dinners in Annapolis, movie nights, Juandi’s events (haha!), and family gatherings where we had the chance to learn more about one another. As the days, weeks, and months went by, we watched as the Lord opened doors, guiding us on a path that led to this very moment. Our hearts are full of gratitude for all God has done in our lives and for His perfect timing in bringing us together. Now, with only a few weeks until the most special day of our lives, we’d love for you to pray with us for our marriage and join us in celebrating this new beginning. Together, we want to honor God first and foremost, and celebrate the love He has blessed us with. “Therefore what God has joined together, let no one separate.” — Mark 10:9 Todo comenzó con una cita a tomar café. Juandi me invitó a First Watch a desayunar, y terminamos hablando por horas (¡sí, Juandi fue el que más habló, jaja!). Cuando miramos hacia atrás, estamos de acuredo en que hubo algo instantáneo. A partir de ahí, tuvimos muchas salidas: citas a tomar café, desayunos en los diners, paseos en scooter por DC, cenas en Annapolis, los eventos de Juandi (jaja) y reuniones familiares en las que tuvimos la oportunidad de conocernos más. A medida que pasaban los días, semanas y meses, vimos cómo Dios abría puertas, guiándonos por un camino que nos llevó a este momento tan especial. Nuestros corazones están llenos de gratitud por todo lo que Dios ha hecho en nuestras vidas y por Su perfecto tiempo al unirnos. Ahora, con solo unas semanas hasta el día más especial de nuestras vidas, nos gustaría que oren con nosotros por nuestro matrimonio y nos acompañen a celebrar este nuevo comienzo. Juntos, queremos honrar a Dios, ante todo, y celebrar el amor con el que Él nos ha bendecido. “Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.” — Marcos 10:9