Nuestra historia de amor surge un día como cualquier otro cuando nuestras vidas tomaron un giro inesperado al partir lejos de nuestro lugar de origen y familias. Pedro con su actitud de norteño genuino y Lina con su energía Colombiana en busca de especializarnos. Nos conocimos en Ciudad de México, un lugar en el que sin saberlo, se convertiría en el comienzo de nuestra historia al compartir el sueño de ser radiólogos. Desde nuestro encuentro, nos dimos cuenta de que compartíamos sueños, risas y una conexión que no se puede explicar con palabras. Cada encuentro se convirtió en un capítulo más de nuestra historia, repleto de anécdotas, aventuras y el descubrimiento de lo que significaba amor verdadero, llegando a nosotros nuestra mayor bendición: Maximiliano, nuestro hijo quien fortaleció nuestro lazo. Grandes momentos nos unieron, y hoy, celebramos no solo nuestro amor, sino también el conocerlos y las huellas dejadas en el camino que nos llevó hasta aquí. Estamos inmensamente agradecidos con Dios y ustedes que nos han acompañado hasta aquí. Esta es solo una pequeña parte de nuestra historia, y no podemos esperar para escribir el siguiente capítulo: nuestro matrimonio, bienvenidos.