Save the date!
En 2012, teníamos 17 años. Nos conocimos… pero no nos hablábamos. Compartimos amigos, salón, maestros e incluso universidad. Caminos paralelos por años, sin cruzarse. Hasta que, nueve años después, la vida nos reencontró. Y desde la primera conversación, supimos que nos habíamos convertido en mejores amigos. En la primera cita, Jorge me dijo: “Lo bueno es que ya te encontré”. Y desde ahí, no nos hemos soltado.