Our relationship grew organically from co-workers, to friends, to polol@s, to partners, to fianceés, and soon to be spouses. Each stage involved a process but some turning points changed the strength of our feelings/our level of togetherness. For Kari, it was when at a bar Mati, her officemate, told her that he was at risk of gout and should not drink beer - not when Mati, in spite of his fear of heights, jumped off a plane with her to impress her. The gout risk revelation awakened the public health servant soul of Kari, and led her to offer strategies to prevent the onset of gout while still enjoying IPAs. The treatment involved intense running, climbing, and swimming lessons. For Mati, the turning point was when Kari agreed to go get dinner right after a disastrous Cuban salsa dancing class where she got stomped on many times, causing the instructor to scold Mati (and maybe feel sorry for Kari). The experience not only made it clear that Cono sur-ians should not pretend to be Caribbeans, but also taught them to limit their dancing to some cumbia and reggaetón. For almost seven years both have been sharing their lives, enjoying each other's company, playing sports, following the Packers and "la" bUlla, travelling the Americas, and identifying cultural commonalities between Midwesterners and Chileans. ♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥ Nuestra relación creció de forma orgánica desde compañer@s de trabajo, a amig@s, a polol@s, a pareja, a novi@s, hasta prontamente espos@s. Cada etapa fue un proceso con puntos de inflexión que cambiaron nuestro camino juntos. Para Kari, uno de estos momentos fue cuando Mati, el amigo de la oficina, le contó en un bar que debería evitar la cerveza porque tenía riesgo de desarrollar gota - curiosamente cuando un asustado Mati saltó de un avión con ella para impresionarla no marcó ninguna diferencia. Esta seductora revelación despertó el alma de servidora de salud pública de Kari, y la llevó a crear un plan de trabajo para prevenir la gota que incluyó comenzar a correr, escalar y nadar juntos varias veces a la semana. Para Mati, uno de estos puntos de quiebre fue cuando Kari aceptó a ir a cenar luego de una terrible clase de salsa cubana en la que terminó con los pies un poco hinchados después de tantas zancadillas, que llevaron a una frustrada instructora a retar a Mati por su bajo nivel salsero (quizás porque le dio pena por Kari). Esta experiencia nos dejó claro que el Cono Sur no es el Caribe y que nuestros bailes se deberían limitar a algo de cumbia y reguetón. Ya son casi siete años en que ambos han estado compartiendo sus vidas, disfrutando de su compañía, practicando deportes juntos, siguiendo a los Packers y a "la" bUlla, viajando por América, e identificando lo que chilenos y midwesteners tenemos en común.