Nuestra historia es una de perseverancia y fe. Nos conocimos en una charla de jóvenes. Inicialmente, nuestra conexión no se dio, pero meses después, el destino nos reencontró en redes sociales mientras ella estaba en la Basílica de la Virgen de Guadalupe. Una simple petición de oración abrió un camino que nos llevó a hablar más, especialmente cuando ella reaccionó a una historia sobre la preparación para una media maratón. Desde entonces, comenzamos a hablar y a conectar, con la intercesión de San José, y la Virgen María, en especial, la Virgen de Desatanudos, que nos ayudó a superar los obstáculos. Eventualmente, el día después de mi fiesta de cumpleaños, empezamos a salir definitivamente y un mes después comenzamos nuestra relación. Seis meses más tarde, le pedí que se casara conmigo, y aquí estamos, listos para nuestro matrimonio❤️.