Nuestra historia comenzó con una sábana en la grama, comida hecha con amor, y una conexión que no se forzó. Desde la adolescencia, los picnics se convirtieron en nuestro pasatiempo favorito — sin mucho ruido, sin prisa, solo nosotros. A lo largo de nuestra relación, cada picnic ha ido marcando una etapa en nuestra historia. Cada uno con su propia magia, llena de conversaciones largas y risas compartidas. Momentos como cuando decidimos ser novios; y años después, en el lado opuesto del mundo, regresamos… esta vez bajo un árbol de cherry blossom, donde dimos el paso hacia el compromiso. Para nosotros, el concepto del picnic es una pausa del ajetreo diario; es el momento de reconectar, de celebrar lo cotidiano de la vida y de saborear el amor en su forma más pura. Así, al contar nuestra historia, sentimos que era indispensable incluir ese detalle que siempre ha estado presente: la sábana extendida sobre la grama, el cielo abierto y la inagotable ilusión de seguir compartiendo esta aventura juntos. Gracias por acompañarnos en este viaje.