Nos conocimos a través de la mejor amiga de Gus, mi prima Valen. Ellos siempre fueron buenos amigos y salían en grupo los diciembres que Gus venía a Venezuela. Después de un tiempo, Gus empezó a interesarse en mí. Un diciembre empecé a salir con él, aunque sabíamos que era muy difícil tener algo a largo plazo debido a que Gus vivía en Estados Unidos, yo en Venezuela y aún me quedaban varios años para graduarme de la universidad. Desde que empezamos a salir, Gus pasó de venir una vez al año a venir 5 veces el mismo año (siempre con excusas diferentes, pero todos sabían la verdad). Después de un tiempo, muchos Facetime y muchas idas y venidas a Venezuela, Gus me prometió que se regresaría a esperar a que me graduara. Cuando Gus estaba listo para regresarse, cayó la Pandemia y pasamos 11 meses sin vernos, pero en el primer vuelo que se abrió hacia Venezuela, Gus logró venir. Desde entonces, somos inseparables y estamos muy emocionados por casarnos este diciembre.