– Es una historia curiosa la manera en que nos conocimos, fue un día en el colegio camino al Starbucks que tiene dentro de este. Iba caminando con un amigo que tenemos en común, íbamos platicando acerca del día, en ese momento iba Kitaro saliendo de Starbucks con un café en la mano mientras patinaba hacia nosotros. Edgar, que es el amigo con el que iba platicando, le gritó para que se acercara a nosotros, y ahí fue donde empezó nuestra amistad! Recuerdo que estuvimos platicando los tres, me pareció una persona bastante amable, muy caballeroso! Eso fue lo que más me llamó la atención de su forma de ser, su caballerosidad <3. Kitaro y yo tuvimos una amistad bastante larga antes de empezar esta magnífica relación! Comenzamos un 8 de noviembre del 2014, un día que había llegado desde Tucson a visitarme, llegó a Yuma a medianoche. Aún recuerdo que salimos a cenar a nuestro restaurant-bar favorito de Yuma, "Pint House". Saliendo de ahí, nos dirigimos al parque, anduvimos caminando y fue ahí donde hizo Kitaro la pregunta que cambiaría nuestras vidas. Después de aceptar ser oficialmente su novia, recuerdo que nos dirigimos a una iglesia para darle las gracias a Dios y que bendiciera nuestra relación. Fuimos al santísimo que representa el cuerpo de Cristo, ahí estuvimos por varios minutos. Al salir de ahí, ya eran las 3:00AM. Cuando nos dirigimos al carro, fue ahí cuando Kitaro y yo nos miramos fijamente con una felicidad inmensa y nos dimos nuestro primer beso. Desde ese momento hasta el día de hoy, hemos disfrutado de una relación tan plena y llena de confianza, claro con algunos momentos de angustia pero siempre firmes en mantener esta relación tan unida como el día de hoy! Le agradezco a Dios por escuchar mis oraciones y dejarnos llegar a esta hermosa etapa de nuestras vidas, en la que nos uniremos ante su bendición.
– Planeando hasta el más nimio detalle para que todo fuera un éxito, recuerdo, por primera vez, pedirle a Jenny peinarse antes de salir a celebrar "otro año más de noviazgo". El anillo, la recepción (de la boda), el grupo musical (de la recepción), la fecha, la mesa reservada en el restaurant, la botella de vino con nuestra foto (después de proponer), la canción que tocarían antes de proponer matrimonio, la dueña del restaurante tomando video desde las cámaras de seguridad, todo esto listo y disfrazado de un plan B que surgió después una supuesta fiesta de cumpleaños que, a última hora, "se canceló". La noche fue perfecta, y me siento muy afortunado de poder compartir esta historia con amigos y familiares, con un final feliz. ¡Dijo que sí! – Por si tenían el pendiente, ¡Sí me peiné!