Era una tarde de verano, la cumbia sonaba en el fondo y la pista de baile lucia casí vacía. Un tipo con un poco de pena, se acerco a una hermosa señorita de vestido negro y sonrisa radiante y le hizo la pregunta (en ese momento no lo sabía) que cambiaria todo; ¿Quieres bailar?, se que si sabes bailar. La respuesta fue favorable y apartir de ese momento, sin ambos saberlo y ni siquiera imaginarlo sus historias se combinaron (por capricho del destino o de alguna fuerza superior), para iniciar una nueva historia pero juntos. Las risas en el baile de aquella tarde-noche veraniega, se convirtieron en charlas de madrugada y luego en sueños fanstasiosos, hasta que ambos individuos, así de forma extraña se dieron cuenta que para sertirse completos deberian estar juntos, pero no por unas horas como en aquel primer baile, esta vez ese baile tendria que durar hasta la eternidad.