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⸻ Nuestra Historia de Amor – Manny & Erika Toda historia de amor tiene un comienzo, y la nuestra empezó hace 31 años… en una fiesta de Halloween, de todas las noches posibles. Lo que comenzó como una noche divertida se convirtió en algo inolvidable. Esa noche, dos personas se conocieron sin imaginar que estaban comenzando el viaje de toda una vida. Seis años después, dijimos “sí, acepto” y empezamos a construir la vida que habíamos soñado — de la mano, con el corazón y con mucha fe. A lo largo de los años, nuestra mayor aventura ha sido formar nuestra familia. Hemos sido bendecidos con tres hijos maravillosos: Sebastián, nuestro primogénito, quien llegó hace 24 años y nos enseñó lo que significa ser padres. Luego vino Daniela, nuestra hermosa hija y princesa, hace 22 años — el alma de nuestro hogar. Y finalmente, Emmanuel, que nació hace 18 años y llenó nuestras vidas de alegría y energía. Juntos hemos compartido risas, retos, oraciones, desvelos y muchísimos momentos inolvidables. Siempre hemos vivido con la convicción de que, pase lo que pase, la familia es lo primero. Esa ha sido la base de todo lo que hemos construido. También compartimos una gran pasión por viajar y descubrir el mundo. Pero ningún destino nos tocó tanto como nuestra visita a Dubái y Jerusalén. En esas ciudades sagradas, sentimos una paz inmensa y una conexión profunda con Dios. Fue un recordatorio de que nuestro amor no solo se trata de nosotros — es un regalo divino. Hoy, al celebrar 25 años de matrimonio, damos gracias por cada momento: por las mañanas tranquilas, las cenas ruidosas, los sueños compartidos, y la promesa de seguir eligiéndonos todos los días. Esta historia de amor no ha terminado — apenas está entrando en su próximo capítulo. Y nos llena el corazón poder compartirla contigo. Con amor, Manny & Erika Our Love Story – Manny & Erika Every love story begins somewhere, and ours began 31 years ago… on a Halloween night of all nights. What started as a fun evening quickly turned into something unforgettable. That night, two people met who had no idea they were about to begin the journey of a lifetime together. Six years later, we said “I do,” and began building the life we had dreamed of — hand in hand, heart to heart. Over the years, our greatest adventure has been raising our family. We’ve been blessed with three amazing children: Sebastian, our firstborn son, who came into our lives 24 years ago and taught us what it meant to be parents. Then came Daniela, our beautiful daughter and our princess, 22 years ago — the heartbeat of our home. And finally, Emmanuel, born 18 years ago, whose energy, kindness, and spirit have brought us joy beyond words. Together, we’ve shared laughter, challenges, prayers, late nights, and unforgettable memories. We’ve lived out the belief that no matter what happens, family comes first. It’s the foundation of everything we’ve built. We also share a deep love for traveling and discovering the world together — but nothing touched us quite like our trip to Dubai and Jerusalem. In those sacred cities, we felt an overwhelming sense of peace and closeness to God. It was a reminder that our love isn’t just about us — it’s about something greater. Something divine. As we celebrate 25 years of marriage, we’re grateful for every moment: the quiet mornings, the loud dinners, the shared dreams, and the continued promise to keep choosing each other, every day. This love story isn’t over — it’s just entering its next chapter. And we’re so happy to share it with you. With love, Manny & Erika

Cosas que Nos Hacen Únicos – Con Amor 1. Nos conocimos hace 31 años… Una noche de Halloween, sin imaginar que estábamos empezando una historia que duraría toda la vida. 2. Desde entonces, hemos crecido juntos. Hemos aprendido, reído, llorado y, sobre todo, nos hemos acompañado en cada etapa del camino. 3. Nuestro matrimonio ha sido una bendición de 25 años. Con altos, bajos, días fáciles y otros no tanto… pero siempre con amor y fe como guía. 4. Nuestros tres hijos son nuestro mayor orgullo. Sebastián, Daniela y Emmanuel son la razón por la que creemos en los milagros y en el poder de la familia. 5. Nos encanta viajar juntos. Cada destino ha sido una nueva aventura, pero Jerusalén dejaron una huella espiritual en nosotros. 6. Nuestra casa siempre está llena de risas, música… y a veces mucho ruido. Pero en medio de todo, siempre hay amor, respeto y unión. 7. Erika es el corazón del hogar. Organiza, cuida, ama con todo su ser. Tiene el don de hacer que todo se sienta como “hogar”. 8. Manny es la calma, la paciencia y la fortaleza silenciosa. Siempre ahí, siempre firme, siempre con fe. 9. Nos entendemos con una mirada. Y aunque no siempre estamos de acuerdo, siempre encontramos el camino de regreso al uno al otro. 10. Nuestro secreto: Amar a Dios, elegirnos cada día, y no dejar que se enfríe el café ni el amor Things That Make Us… Us – With Love 1. We met 31 years ago… On a Halloween night, never imagining we were beginning a story that would last a lifetime. 2. Since then, we’ve grown together. We’ve learned, laughed, cried — and most of all, stood by each other through every season. 3. Our marriage has been a 25-year blessing. With ups and downs, easy days and harder ones… but always with love and faith guiding the way. 4. Our three children are our greatest pride. Sebastian, Daniela, and Emmanuel are living proof that miracles exist and family is everything. 5. We love traveling together. Every destination has been an adventure, but Jerusalem left a spiritual mark on our hearts. 6. Our home is always full of laughter, music… and sometimes a bit of noise. But in the middle of it all, there’s always love, respect, and unity. 7. Erika is the heart of the home. She plans, nurtures, and loves with her whole being. She has a gift for making everything feel like “home.” 8. Manny is the calm, the patience, the quiet strength. Always present, always steady, always faithful. 9. We understand each other with just a look. And even when we don’t agree, we always find our way back to each other. 10. Our secret: Love God, choose each other every day, and never let the coffee — or the love — go cold.