Fuimos compañeros de trabajo, como es habitual las fiestas iban y venían. Finalmente coincidimos en una donde el baile fue testigo de la magia. Luego los planes de tiempo juntos se dejaron venir y cuando menos nos dimos cuenta estábamos compartiendo nuestras vidas...
Fuimos a ver el infinito del llano, picnic fue la excusa perfecta para preparar un momento romántico, de repente en su computadora coloca un video donde yo era la protagonista, cuando el video termino, miré a un lado y él estaba sobre una rodilla… Lloré, dij́e "SÍ”.
Estamos muy emocionados de celebrar este próximo capítulo en nuestras vidas contigo. ¡Nos vemos en Tame! Lluvia de sobres