Después de años de conocernos, aprender uno del otro, y de ser muy felices — hemos tomado la decisión de contraer matrimonio bajo la bendición de Dios. No existen palabras para describir lo bendecidos que somos al tenernos el uno para el otro y vivir nuestro sueño de pasar el resto de nuestros días juntos. Esperamos que todos ustedes sean testigos del inicio de nuestra historia de amor.