…en el Salón del Reino! Lo que primero empezó con una amistad, después creció en amor. Como toda historia de amor llena de ironía, yo, Brandon, le llegué a caer mal a Aranza, pues de acuerdo con ella le di mala impresión. Tuve la asignación del discurso en una reunión del miércoles cuando ella visitó por primera vez la congregación. Dice que cuando me bajé de la plataforma, ella sentía que actué creído y ahí se quedó con esa impresión. ¡Yo ni encuenta! Pero pronto se mudó a la congregación permanentemente y empezamos a tener convivios donde poco a poco empezamos a conversar más. Fue así cuando por fin le empecé a caer bien y creció nuestra amistad. En una salida a los estudios universal de Hollywood, fue cuando me di cuenta de que esta era la chica que ganaría mi corazón. Ahora solo tenía que ganarme el suyo. Y así fue. Me le declare, le explique que quería conocerla mejor con la intención que llegara a ser mi compañera sirviendo a Jehová. Ella acepto (obviamente jajajaja) y así empezó nuestra historia. Cuanto más nos fuimos conociendo, más se llegó a estrechar nuestra amistad. Junto nos hemos puesto metas espirituales y como pareja. Oramos que Jehová bendiga esta nueva faceta de nuestras vidas y le damos gracias por los amigos y la familia que nos apoyan.