It all started in the summer of 2012 in Buffalo, New York. Asiria was stepping onto the SUNY Buffalo State University campus for the first time, buzzing with excitement for what lay ahead. Eric, a seasoned student and mentor, had been assigned to assist newcomers like her in settling in. However, their initial encounter turned out to be anything but romantic—they found themselves in a comical misunderstanding. With her vibrant personality and confidence, Asiria treated Eric like a bellboy, dropping a mountain of luggage at his feet and expecting him to spring into action. Eric was taken aback by her attitude and developed an instant dislike for her. No one could have predicted what happened next. For months, Eric couldn't shake the impression that Asiria was a bit of a handful—maybe even a little conceited. But beneath that initial clash, there was something about her that intrigued him. Slowly, she began to grow on him, and by February 2013, a spark of interest had turned into a deep crush. By April, their friendship blossomed into something more, marking the start of a love story that would carry them through life’s many challenges. As college students, Eric and Asiria faced the ups and downs of young adulthood—navigating classes, relationships, and the uncertainty of what came next. At times, it felt like the world was against them, but together, they persevered. In 2017, their love grew even stronger with the adoption of their four-legged son, Hermes. That same year, they made a life-changing move from Buffalo to their hometown of New York City, eager to chase their dreams on the grandest stage of all. In 2018, life led Asiria to Atlanta, Georgia, where she was confident that new opportunities would blossom for both her and Eric. During this time, Eric devoted himself to his blossoming career as a Software Engineer. Though separated by miles, their love remained unshakable. After a year and a half of long-distance, Eric made the leap and relocated to Atlanta, reuniting with Asiria. The move marked the beginning of an exciting new chapter, with both of them landing dream jobs—Eric in Sports Tech and Asiria in People Operations in the Fin Tech industry. But if there’s one thing their journey has taught them, it’s that love knows no bounds—not time, not distance, not circumstance. Though it's been well over a decade, neither of them wishes a single thing had been different. Every twist and turn, every challenge and triumph, has brought them to this moment—stronger, more connected, and more in love than ever. Together, they have faced every challenge and celebrated every victory side by side. From graduating college to purchasing their first home, they have met their biggest goals as a team. Now, after over a decade of love and laughter, they are ready to officially become one in front of their dearest friends and family.
Todo comenzó en el verano del 2012 en Buffalo, Nueva York. Asiria pisaba por primera vez el campus de SUNY Buffalo State University, llena de emoción y expectativas por lo que el futuro le traería. Eric, un estudiante con experiencia y mentor, fue asignado para ayudar a los nuevos estudiantes a integrarse. Pero, como lo quiso el destino, su primer encuentro no fue precisamente una historia de amor, sino más bien un malentendido gracioso. Asiria, con su energía desbordante y confianza natural, trató a Eric más como a un botones que como a un mentor, dándole instrucciones como si ya conociera el campus a la perfección. Durante meses, Eric no pudo sacarse de la cabeza la impresión de que Asiria era un poco complicada, quizás hasta algo engreída. Pero, debajo de esa primera impresión, había algo en ella que le llamaba la atención. Poco a poco, esa curiosidad inicial se transformó en una simpatía genuina. Para febrero del 2013, lo que comenzó como una amistad pasó a ser un enamoramiento profundo. En abril, esa conexión se convirtió en una relación romántica que los marcaría para siempre. Como universitarios, enfrentaron juntos los altibajos de la juventud: clases interminables, trabajos, relaciones y la incertidumbre del futuro. Hubo momentos en los que todo parecía complicado y el mundo parecía estar en su contra, pero juntos lograron superar cada obstáculo. En el 2017, su vínculo se fortaleció aún más con la llegada de un nuevo miembro de la familia: su perro Hermes. Ese mismo año, tomaron una gran decisión y se mudaron de Buffalo a la ciudad de Nueva York, decididos a perseguir sus sueños en el escenario más grande del mundo. En el 2018, la vida llevó a Asiria a Atlanta, Georgia, segura de que allí encontraría nuevas oportunidades tanto para ella como para Eric. Mientras tanto, Eric avanzaba en su carrera como Ingeniero de Software. A pesar de la distancia, su amor nunca flaqueó. Después de un año y medio de estar en ciudades distintas, Eric tomó la decisión de mudarse a Atlanta, reuniéndose finalmente con Asiria. Esa mudanza marcó el inicio de un nuevo capítulo emocionante para ambos, con cada uno logrando los trabajos de sus sueños: Eric en el mundo del Sports Tech y Asiria en People Operations en la industria FinTech. Pero, si hay algo que su historia ha demostrado, es que el amor verdadero no tiene límites: ni de tiempo, ni de distancia, ni de circunstancias. Después de más de una década juntos, ninguno de los dos cambiaría nada de lo vivido. Cada obstáculo, cada triunfo y cada experiencia los ha llevado a este momento: más fuertes, más unidos y más enamorados que nunca. Juntos han enfrentado desafíos y celebrado victorias, alcanzando grandes metas como equipo. Desde graduarse de la universidad hasta comprar su primera casa, cada paso lo han dado de la mano. Ahora, después de diez años de amor, risas y aprendizajes, están listos para dar el siguiente paso en su historia y convertirse oficialmente en uno frente a sus seres queridos. Esta es la celebración de un amor que ha perdurado contra todo pronóstico.