¡Nos casamos!

Luis, que estaba disfrutando de la fiesta, de repente vio a una joven con un vestido amarillo que destacó entre la multitud. Algo dentro de él le dijo que tenía que acercarse, como si el destino le estuviera susurrando al oído. Decidió caminar hacia ella con sus amigos, y allí estaba Almendra, bailando con una amiga. Al principio, las cosas fueron un poco incómodas. Almendra, con 18 años recién cumplidos, estaba algo tímida, mientras que Luis, con 4 años más que ella, intentaba hacerla sentir cómoda. Al principio las dos chicas no sabían qué hacer, pero pronto la conversación fluyó. Luis, siempre amable y respetuoso, se dio cuenta de lo tímida que era Almendra, y sin forzar nada, ambos comenzaron a relajarse. A medida que avanzaba la noche, se fueron conociendo mejor y el ambiente se tornó mucho más confiado. Bailaron juntos durante varias canciones, pero hubo algunas que fueron especialmente significativas para ellos, como "Una lady como tú" y "En un solo día" de Morat, la segunda, con sus letras, parecía describir perfectamente el momento que estaban viviendo. A lo largo de la noche, Luis, con su altura, se convirtió en una especie de protector, cuidando a Almendra de los empujones de la multitud. A ella le sorprendió lo fácil que era sentirse protegida por él, la manera en la que, a ella, una desconocida, él la cuidaba como algo delicado y valioso. Ese pequeño gesto hizo que se sintiera cómoda, especial. Pero, como suele pasar en las historias reales, no todo era perfecto. En un giro inesperado, Luis y sus amigos se involucraron en una pelea. A Almendra no le gustaban las peleas y decidió alejarse a otro lado. Pero Luis, en medio del caos, pensó en ella. Sabía que si no la buscaba en ese instante, perdería su oportunidad de seguir conociéndola. Después de escapar un poco de la pelea, corrió por la fiesta hasta encontrarla. La llamó, y cuando Almendra lo vio, sus ojotes se abrieron de sorpresa. Luis aprovechó los pocos segundos que tenía para pedirle su número de celular, y ella le contestó rápido, pero algo vio Luis (podríamos decir que la supo leer desde el primer momento) y supo que mentía, así que con una sonrisa, le dijo: "No me iré hasta que me llames, quiero ver que suene tu celular". Almendra, algo nerviosa, confesó que le había dado el número equivocado y, finalmente, le pasó el correcto. Luis, satisfecho de haber conseguido lo que quería, hizo la llamada, y al escuchar el timbre en el celular de Almendra, salió corriendo, sabiendo que ahora tenía una nueva oportunidad de seguir escribiendo su historia.

Después de esto, Luis logró contactarla e invitarla a salir la semana siguiente y empezaron a hablar constantemente, lo único malo era que Almendra estaba por mudarse a CDMX por lo que tuvo que frenar su historia por unos meses. 4 meses después por accidente (o más bien por obra de Dios) Almendra le mandó un mensaje por equivocación, y desde ahí no pararon de hablar. Almendra pasaba por momentos difíciles y no permitía que la relación avanzara más, pero, hubo varios cupidos que ayudaron a que fuera posible (Lucy, mamá de Almendra, la que más ayudó a Lucho a estar más presente para ella). Después de varios viajes sorpresas a CDMX, y regalos románticos y mucha determinación, Luis se iba ganando el corazón y la confianza de Almendra. Llegó un momento determinante para los dos, ambos sabían que tenían que tomar una decisión sobre su relación, Luis se animó un día a invitarla a la boda de su hermana Ale, y pensó que ese día o sería su despedida o ella se convencería de estar con él. Y para Almendra fue algo similar, ella sabía que no podía lastimar a Luis ni ilusionarlo más porque sentía que no podía corresponderle, y creyó que sería ahí su despedida y que al día siguiente de la boda le diría que no había futuro para ellos. Perooo, ninguno sabía lo que pasaría. Fueron a la boda, en Cobalto, el mismo lugar en el que se casarán, y algo mágico pasó (otra vez Dios haciendo de las suyas) Almendra regresó de esa boda completamente enamorada de Luis, nadie sabría decir con exactitud por qué, pero podría ser la forma tan especial en que la trató alrededor de todos sus familiares y amigos, ver cómo la presentaba con tanta emoción, ver cómo le brillaban los ojos al bailar con ella y que no quería apartarla de su vista, la amabilidad de su familia, los abrazos cálidos de su mamá, o muchas otros detalles que Almendra notó esa noche sobre Luis. Al día siguiente hablaron, los dos confirmaron que querían salir formalmente y tener una relación a distancia. A los 2 meses se hicieron novios, y 4 meses después de eso Luis se mudó a CDMX (a unos les dirá que por trabajo y a otros les dirá que, por perseguir al amor de su vida, ustedes decidan cuál creer). Ahora unos 7 años después, ellos tendrán la bendición de Dios para unirse en matrimonio. Es un sueño para nosotros poder contarles nuestra historia, y ver cómo ahora uno de nuestros grandes sueños se cumplirán, es un privilegio compartir con ustedes nuestra unión, donde dejaremos de ser Él y yo o Ella y yo y ahora seremos un nosotros.