Nos conocimos un domingo por la tarde, en una reunión de amigos. Ninguno de los dos nos conocíamos ni nos habíamos visto antes. Después de ese día, nos fuimos conociendo poco a poco. Pero lo más extraño de nuestra historia fue que ninguno de los dos pensábamos en ser novios algún día, mucho menos esposos. Solo éramos amigos. Pasaron algunos meses, y fue ahí donde ambos nos dimos cuenta de que estábamos hechos el uno para el otro, y ya después de estos 4 años de novios. Aquí estamos hoy, contándoles nuestra historia de amor al celebrar nuestro matrimonio para convertirnos en uno solo ante Dios para formar una familia.