Nos conocimos en nuestra iglesia, Alcance, y desde el principio, lo que más nos unió fue la conexión que sentimos el uno con el otro, convirtiéndonos en mejores amigos antes de ser novios. Con el tiempo, nuestra amistad creció y, un 27 de septiembre, nerviosos y emocionados, confesamos nuestros sentimientos. Así comenzó nuestra historia, una que hoy nos lleva a dar este paso tan importante. Han sido siete años de amor, crecimiento y aprendizaje. Hemos compartido alegrías y momentos difíciles, pero siempre confiando en que Aquel que nos unió, nos seguirá sosteniendo. Nuestro amor ha madurado con el tiempo, demostrando que lo más valioso ha sido siempre caminar juntos, bajo el cuidado y bendición de Dios. Hoy, estamos listos para comenzar esta nueva etapa, con la ilusión de construir una vida juntos, seguir compartiendo sueños y escribir el siguiente capítulo de nuestra historia.