Over eight years ago, Christian and Stephanie's paths crossed while living in the historic city of Prague. They connected online after several weeks and ultimately met after five failed attempts. On April Fools' Day 2017, they embarked on a relationship that would unexpectedly take them to over 15 countries and bring us all together on their wedding day. It wasn't long before an ocean separated the two. Falling in love abroad was easy, but staying together proved to be challenging. Hours of video calls and different time zones tested their determination. Traveling became their way to bond, flying every three to four months to see one another. It wasn't until 2019 that Steph moved to London for her master's degree, and they could spend time as a more 'normal' couple. What seemed like a period of joy and excitement quickly turned to fear as COVID hit the globe. After spending much of their relationship apart, the UK lockdown posed further challenges to them. Living in a small space 24/7 tested their compatibility. This time together, however, helped them endure the 362 days apart that followed when Steph returned to the U.S. and COVID cases rose. Since then, Christian and Stephanie have developed skill sets that have helped them overcome numerous obstacles in their careers, families, finances, and countries. Despite all the challenges, they built a formidable online relationship that always translated well in person. However, long-distance wasn't forever. In 2024, Chris decided it was time to return to where it all began and start their next chapter. After arriving in London for a routine meetup, Stephanie was instructed by Chris to board a different flight to Prague. Assuming it was a work-paid trip, she and Chris strolled the city's cobblestoned, memory-filled streets toward Letna Park, a beautiful lookout point overlooking Prague Castle. It was there that Chris popped the question. After nearly eight years together, Stephanie said yes in the place where they had their first kiss. Now, they look forward to uniting in matrimony with all of their friends and family in the sunny state of Florida, where Stephanie was born and raised.
Hace más de ocho años, los caminos de Christian y Stephanie se cruzaron mientras vivían en la histórica ciudad de Praga. Se conocieron a través de internet y, varias semanas después, finalmente pudieron encontrarse en persona, tras cinco intentos fallidos. El Día de los Inocentes de 2017 iniciaron una relación que, inesperadamente, los llevaría a recorrer más de 15 países y a reunirnos a todos el día de su boda. No pasó mucho tiempo antes de que un océano los separara. Enamorarse en el extranjero fue fácil, pero mantenerse juntos resultó ser un verdadero desafío. Horas de videollamadas y diferencias horarias pusieron a prueba su determinación y valentía. Viajar cada tres o cuatro meses para verse se convirtió en su forma de mantener viva la relación. No fue hasta 2019 que Stephanie se mudó a Londres para comenzar la maestría dándoles la oportunidad de pasar más tiempo juntos como una pareja normal. Lo que parecía un período de alegría y emoción rápidamente se convirtió en incertidumbre con la llegada del COVID al mundo. Tras haber pasado gran parte de su relación separados, el confinamiento en el Reino Unido les planteó nuevos desafíos. Vivir en un espacio pequeño, las 24 horas del día, los siete días de la semana, puso a prueba su compatibilidad. Sin embargo, este tiempo juntos les ayudó a soportar los 362 días separados que siguieron cuando Stephanie regresó a Estados Unidos y los casos de COVID aumentaron. Desde entonces, Christian y Stephanie han desarrollado habilidades que los han ayudado a superar numerosos obstáculos en sus carreras, familias, finanzas y países. A pesar de todos los desafíos, construyeron una relación sólida a distancia, que siempre se reflejaba en amor y cariño cuando estaban juntos. Sin embargo, la distancia no sería para siempre. En 2024, Chris decidió que era hora de volver al origen de todo y comenzar su siguiente capítulo. Tras llegar a Londres para lo que parecía una reunión rutinaria, le indicó a Stephanie que tomara un vuelo a Praga, donde la sorprendió esperándola a la entrada del avión. Stephanie, convencida de que se trataba de un viaje de cortesía organizado por la empresa de Chris, no sospechaba nada. Ya en Praga, ambos pasearon por las calles adoquinadas y llenas de recuerdos de la ciudad, hasta llegar al Parque Letná, un hermoso mirador con vistas al Castillo de Praga. Fue allí donde Chris, con una sonrisa y un anillo, le propuso matrimonio. Después de casi ocho años juntos, Stephanie dio el “sí” en el lugar donde se dieron su primer beso. Ahora los dos esperan unirse en matrimonio junto a amigos y familiares, en el soleado estado de la Florida, donde Stephanie nació y creció.